A propósito del día del tendero, les compartimos un artículo publicado por la revista santandereana, Encuentros: medio ambiente y territorio, acerca de las Tiendas de barrio y la post pandemia, escrita por el docente investigador y escritor Dagoberto Páramo, Ph.D en Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Ginebra, Suiza.
Foto de Archivo
Tal vez la institución social y comercial más asediada por múltiples fuerzas y factores propios de la sociedad colombiana, ha sido la tienda de barrio. Desde los tratantes - sus más remotos ancestros - que recibieron todo tipo de presiones políticas, sociales y religiosas, hasta la avasallante presencia actual de los formatos denominados hard - discount - de origen alemán -, pasando por los mercaderes de la carrera - comerciantes mayoristas oficiales de la época colonial- y soportando algunas disposiciones gubernamentales que los han atacado de forma abierta, estos negocios familiares de gran calado popular han resistido con estoicismo y entereza. Continuar leyendo
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“Marketing y Sociedad”
El profesor Dagoberto Páramo a través de su investigación científica describe 13 tipos de tiendas de barrio detectadas en la realidad colombiana. Esta tipología se descubrió a partir de la percepción de sus consumidores respecto al servicio recibido por ellas y en función de ciertas consideraciones culturales. Ver video
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Su majestad, la tienda de barrio
Las tiendas de barrio son el negocio predominante en el país y representan el 21 % de las empresas existentes. Sin embargo, a raíz de los procesos de apertura económica y social experimentados por la economía nacional, algunos pensadores vaticinaron su desaparición. De acuerdo con Páramo, el desacierto de esta predicción se debe, en parte, a que el tendero no monta su estrategia sobre la relación comercial sino sobre la relación sociocultural. ( Revista Intellecta )
Resultados de investigaciones hechas por el profesor muestran que la relación tienda y consumidor gira alrededor del concepto de vecindad, de una comunidad unida cuyos miembros interactúan constantemente en su cotidianidad. “Una gran empresa utiliza lo social como una máscara, como un ropaje, como un maquillaje. En cambio, el tendero lo hace al revés, la máscara llama a la economía. Lo que a él le importa es la relación social y es en esa relación en la que se apoya”, explica. Es precisamente de esa relación de la que han surgido prácticas comerciales que se han arraigado en nuestra comunidad. Basta recordar las veces en las que el tendero del barrio nos ha fiado cuando no tenemos dinero o las veces que hemos pedido y —por supuesto— se nos ha otorgado la anhelada “ñapa”.