La realidad a veces supera a la ficción. De eso nos dimos cuenta cuando vimos hace pocos días en las noticias que un abogado demandó a la FIFA porque “era gol de Yepes” y muchos pensamos que se trataba de una nueva broma de Actualidad Panamericana, ese famoso sitio que nos hace reír con sus noticias falsas. Pues no tiene nada de raro que pronto leamos en los portales reales de noticias que la Corte Constitucional haya prohibido el uso de secadores de pelo por la radiación que estos emiten.

Y es que vuelve y juega en Colombia la insistencia en reafirmar el mito que dice que las antenas de telefonía móvil son perjudiciales para la salud. En esta ocasión, la entidad que ha decidido tomar protagonismo en el tema es la Corte Constitucional de la República de Colombia, que en su Sentencia T397 del 8 de agosto de 2014, obliga a un operador móvil a desmontar una antena de un edificio y determina que el MinTIC debe reglamentar la distancia mínima entre las antenas de servicio de telefonía móvil en Colombia. Los magistrados de la Corte Constitucional, al parecer han logrado determinar lo que ha llevado más de una década de estudios e investigaciones a los científicos de la Organización Mundial de la Salud expertos en temas de radiaciones electromagnéticas y sus efectos en la salud.

Lo que más curiosidad causa de la Sentencia, es que dentro del extenso texto que la soporta, citan un estudio de la máxima autoridad en temas de salubridad alrededor del mundo que dice que no ha sido demostrado, tras años y años de estudios científicos, que las antenas de las radiobases de los operadores de telefonía móvil tengan algún efecto dañino contra la salud de las personas, teniendo en cuenta la relación que existe entre la potencia y la frecuencia de las señales que estas emiten, y la distancias a las que se encuentran de la gente. Recordemos que una antena de telefonía móvil se soporta sobre una torre que la mantiene a metros de distancia de donde puedan circular las personas más cercanas.

En este sentido, probablemente los expertos en radiaciones electromagnéticas y sus efectos en la salud, que tiene la Corte Constitucional, empiecen a prohibir muy pronto el uso de secadores de pelo en los salones de belleza, puesto que dicen los mismos estudios de la Organización Mundial de la Salud que la radiación a la que estamos expuestos normalmente los seres humanos, no solo por las antenas de telefonía móvil sino también por las señales satelitales, de radio, televisión, entre otras, es incluso menor a la que está expuesta una persona que se someta a un secador de cabello. Incluso, debemos tener en cuenta que entre menos antenas hayan, mayor potencia deben emitir para obtener la cobertura requerida y por ende mayor sería la radiación que nos afecta.

Algunas personas podrán argumentar que hoy en día existen mayores radiaciones electromagnéticas y que también hoy día existen mayores casos de enfermedades de tipo cancerígeno. Pero no tienen en cuenta que en la actualidad el ser humano tiene también muchísimos hábitos distintos a los que tenía hace muchos años. Por ejemplo, la comida contiene más conservantes y otros químicos, nos exponemos más al sol, hay mayor sedentarismo, las jornadas laborales son más intensas y muchas condiciones más. Es injusto achacarle este problema solo a las señales de telefonía móvil, siendo que la ciencia y sus estudios juegan a favor de estas.

Este tipo de determinaciones, como la de la Corte Constitucional, además de entorpecer el proceso de ampliación de cobertura del servicio, también incrementa el mito existente entre la gente que piensa que las señales celulares afectan perjudicialmente a nuestra salud. Esto conlleva a que los alcaldes impidan el buen desarrollo de las redes móviles prohibiendo la colocación de antenas en distintos sitios dentro de sus planes de ordenamiento territorial, basándose en argumentos inexistentes. 

En Colombia es muy común encontrar quejas del mal servicio de los operadores de telefonía móvil. Quejas que para nada son injustificadas. Sin embargo, a dichas empresas les queda muy difícil mejorar el servicio y tener una cobertura acorde a la demanda si se les impide el montaje de las radiobases necesarias para tal fin.